miércoles, 9 de octubre de 2013

Kyoudai 兄弟 - Capítulo 6

CAP VI: SEEDIRIA, LA CIUDAD DEL PASADO

Alba estuvo vagando durante más de dos horas por aquel paisaje en ruinas y no encontró ninguna señal de vida. El único sonido que se escuchaba era el de los pasos de Alba por encima de los escombros de piedra que resonaban por toda la ciudad fantasma.

Edificios, fuentes, templos… todo estaba completamente deteriorado y la nube polvo que ennegrecía el cielo mantenía toda aquella ciudad sumida en las sombras. Sea lo que fuese que hubiese pasado, tan solo mirar al horizonte encogía el corazón de Alba.

Así que esto es el producto de una guerra... Si dejamos que la guerra con las pingüinas yandere continúe, Tensora y todo Windfair puede que acabe así –pensó Alba-

No podía permitir que eso pasara. Aunque muchas eran las preguntas que seguían sin respuesta, Alba decidió entrar al gran templo de la plaza central para ver si conseguía encontrar alguna pista sobre lo que sucedió en aquella ciudad.

Según cuentan las leyendas, en Seediria nacieron todas las razas de Windfair y a partir de aquí emprendieron un largo viaje para asentarse y crear los 3 grandes reinos que ahora forman Windfair. ¿Por qué destruir el mundo en el que nacieron? ¿Qué es lo que provocó la Gran Guerra?

Mientras seguía pensando en estas preguntas, Alba se situó en el centro del templo y lanzó una mirada su alrededor. El techo y las paredes del templo estaban decoradas con grandes murales que parecían narrar el inicio de los tiempos. Alba empezó a caminar junto a la pared situando la mano encima de las pinturas.

En el instante en el que la mano tocó la pared se encendió una gran antorcha del templo iluminando toda la sala con un intenso color verde. Parecía una llama de origen mágico. Antes de que se diera cuenta, la llama cobró vida y salió proyectada hacía Alba inmolándola por completo.

Alba: ¡Aaaaarg me quemo! ¿Eh? ¿Pero qué es esto? No está caliente… Tal vez es un espíritu de energía como el Ormag que me encontré al llegar a Seediria. Me pregunto si estará intentando mostrarme algo…

Como si de un rayo se tratase, las llamas se disiparon del cuerpo de Alba y se lanzaron hacía las paredes del templo iluminando unos huecos que parecían símbolos antiguos.

Alba: Yo conozco estos símbolos. Los he visto en la fuente antes. Son palabras escritas en la lengua de los Ormag.

A medida que todos los símbolos se iluminaban, la luz que se proyectaba al centro del templo  empezaba a revelar una figura femenina hecha de luz. Aquel espectáculo era una autentica danza entre luz y fuego que superaba incluso los límites de la magia.

Aquella figura femenina abrió la boca y de su interior salió un espíritu de luz que se aproximó al extremo izquierdo de la pared del templo. Tras unos segundos, la figura femenina empezó a cantar una hermosa canción a la vez que el espíritu de luz actuaba como director de orquesta moviéndose por los símbolos de fuego.

Primero de izquierda a derecha, luego de arriba abajo y finalmente de derecha a izquierda. Este movimiento se repetía varias veces pero con cada pasada el espíritu de luz señalaba otras palabras que cambiaban la melodía.

Astheri’son catan Or narim, ish narub bel’ir
Bal’anore shutan Or narim… Intyen’kar leffin
Othil san deet im’fanar sentharem Or narim, Im’nur sekya Or narim…
Ynfer’din katega itsurim… Or narim
Anbal’surin keytaran sephi’nur Or narim… Isk Or narim...

Aunque Alba no entendía el significado de la canción pudo notar como la melodía se volvía más trágica al final. Incluso parecía como si la figura femenina estuviera llorando mientras cantaba.

Al acabar la canción el fuego desapareció en un instante y con él, la figura femenina y el espíritu se desvanecieron también.

Alba necesitaba saber que decía esa canción. Seguro que tenía algo que ver con la historia de Seediria y el por qué fue atacada y destruida. Sin embargo, el Ormag con el que se encontró cuando llegó a Seediria había desaparecido sin dejar rastro y Artex tampoco hacía acto de presencia.

Tal vez haya alguna biblioteca – Pensó Alba –

Aunque los unicornios y los ositos de gominola carecían de la habilidad para escribir, habían encontrado sus propias formas de plasmar en los papeles todos sus conocimientos para que futuras generaciones pudiesen alcanzar un nivel mayor de sabiduría.

El arte de la escritura deben haberlo heredado de algún lugar –dijo Alba mientras investigaba un edificio que parecía ser una biblioteca –

Alba: Lo sabía. Aquí hay montones de libros pero están demasiado deteriorados y no puedo usarlos. Además están escritos en la lengua natal de los Ormag así que ni siquiera puedo leerlos. Pero espera… ¿Qué es ese libro?

Alba encontró un libro que se había conservado en un estado excelente. De hecho era el único que todavía conservaba el color en la portada. Cuando Alba intentó abrirlo le resultó imposible. Tras varios intentos vio que en la contraportada había algo parecido a unas ranuras en las que había que colocar 3 piezas o algo parecido.

Alba comenzó a buscar las piezas por toda la biblioteca pero solo fue capaz de encontrar 2 de ellas. La primera la encontró entre una pila de libros y la segunda estaba en uno de los estantes de la primera estantería.

La tercera sin embargo no aparecía por ningún lado. La única explicación posible era que no estuviera dentro de la biblioteca o que la hubieran escondido en algún lugar especial que solo un Ormag pudiese encontrar.

Alba: Probaré a buscar por otros edificios a ver si tengo mejor suerte.

Alba recorrió las ruinas de Seediria pero no encontró ninguna pieza que encajara en la ranura. Ahora mismo se encontraba en un callejón sin salida y tenía la seguridad de que la canción era la clave para salir de allí. Agotada de tanto caminar, decidió sentarse en la ribera del rio.

Mientras estaba sentada en la ribera de lo que antiguamente había sido un rio que atravesaba la ciudad, miró hacia el suelo erosionado y desgastado por el agua y se dio cuenta de que cada vez que parpadeaba aparecía una letra escrita en el suelo.

Al principio pensó que era una ilusión óptica provocada por el agotamiento pero con cada parpadeo aumentaban las letras en el suelo. Alba comenzó a parpadear lo más rápido que pudo y cuando terminó pudo ver la frase completa que, sorprendentemente, estaba escrita en su idioma. Parecía una especie de acertijo…

“Dos guerreros van cabalgando mientras que el tercero está caminando. Rápido avanzan los caballos mientras que con pies de plomo se va más despacio. Recto siguen los caballeros mientras que el camino curvo es el elegido por el tercero”

Alba no entendía el significado de aquel acertijo extraño y por más que pensaba no le veía ningún sentido. Lo mirara por donde lo mirara, los dos que iban a caballo eran mucho más listos que el otro y el que iba caminando debería encontrar un caballo para ir junto a los 3 por el camino recto.

Alba: Y además…  ¿para que tomar el camino con curvas? Seguro que por el camino recto se llega antes. Y encima vas solo. O espera… quizás me estoy dejando llevar por la respuesta más sencilla…

Tras meditarlo un poco más a fondo Alba consiguió llegar a una respuesta un poco más elaborada pero todavía había algo que se le escapaba…

Alba: Si hay dos que van por el camino recto, por regla general este debe ser el camino más corto… o quizás por eso van a caballo, porque es el camino más largo y tardarían más en llegar si fuesen a pie… pero sigue sin cuadrarme el otro guerrero. ¿Para que caminar por un camino más corto si puedes ir a caballo más cómodo y sin cansarte tanto?

Aun le faltaba algo… aparentemente la actitud del tercer guerrero que iba caminando era totalmente ilógica e irracional. A no ser…

Alba: ¡CLARO! Llevo todo el rato planteando el acertijo desde el punto de vista de que los dos caballeros son los que tienen la razón. Que sean dos contra uno no quiere decir que necesariamente tengan la razón. Tal vez ellos estén equivocados y el guerrero que camina sea el que tenga la razón. Por ejemplo si se dirigiesen al rio… ¡AL RIO!

En ese momento Alba lo entendió todo. Las letras no habían aparecido en el río de Seediria por que sí, precisamente le estaban dando una pista para resolver el acertijo. Si los caballos intentasen cruzar el rio la corriente los arrastraría pero si por el contrario fuesen caminando, podrían tomar el camino con curvas y llegar hasta el puente.

El acertijo le estaba diciendo que no por ser la decisión mayoritaria, tiene que ser la correcta.

Alba miró el libro de nuevo y extrajo las piezas que había colocado en dos de las tres ranuras y en seguida se dio cuenta de lo que había pasado. ¡Eran un engaño! Mientras gritaba estas palabras se empezó a reír por el error que había cometido.

Alba: Llevo horas buscando una pieza que no existe jajaja. Que la decisión más obvia sea la de introducir las piezas en las ranuras y que haya encontrado dos de las tres piezas no quiere decir que la solución correcta sea introducir las tres. Los Ormag me han tomado el pelo jajaja.

Alba se detuvo un instante a observar la tercera ranura. Aparentemente no se podía distinguir ninguna diferencia respecto a las otras dos. Las tres eran muy similares. Las tres ranuras le recordaban a algo que había visto ya varias veces pero no acababa de encontrar el que.

Alba: ¡El lenguaje de los Ormag se parece mucho a la forma de las ranuras! Tal vez si voy al templo puedo intentar buscarlas.

Cuando llegó al templo encontró varios símbolos que coincidían exactamente con las ranuras. Alba recordó la canción de la figura femenina y aunque no se acordaba de todas las palabras,  había una que se repetía varias veces.

Alba: ¡Or narim!

Cuando pronunció esas palabras una luz cegadora inundó el interior del templo y Alba quedó deslumbrada por unos segundos. Al abrir los ojos pudo ver que estaba volando por encima de la ciudad de Seediria. 

Skrill: Así que por fin has conseguido abrir el libro del fin de los tiempos… Está claro que eres aquella que posee la luz. Eres la chica de la que hablaban las leyendas de Seediria. Por cierto, mi nombre es Skrill. Perdóname por no haberte acompañado en tu viaje por las ruinas pero era algo que tenías que hacer tu sola.

Alba: Tienes un nombre muy bonito. ¿Podrías decirme donde estamos Skrill?

Skrill: Los Ormag almacenábamos nuestros conocimientos en forma de visiones dentro de los libros. Aunque todos los libros fueron quemados durante la Gran Guerra, el libro del fin de los tiempos se protegió bien tras una barrera antifuego. Lo que estás viendo ahora es el comienzo de la Gran Guerra y la extinción de los Ormag.

Alba: Que horrible. ¿Por qué todas las razas atacaron Seediria? ¿No era su ciudad natal?

Skrill: Así es. Pero todas las razas fueron corrompidas por el poder del templo de Seediria y la fuente de la creación. Verás…  los Ormag nacimos de la fuente de la creación, nosotros no somos los creadores del universo ni nada parecido. Nuestra misión era la de proteger la fuente y crear a las demás razas que vivirían en Windfair.

Sin embargo… con el paso del tiempo todas las razas se volvieron en contra nuestra en busca del poder de la fuente. Fuimos asesinados por la mano de aquellos a quien la reina Elyra más quería.

Alba: ¿La reina Elyra era la figura femenina que cantaba en el templo?

Skrill: Si… veo que has escuchado su canción. ¿Sabes qué dice?

Alba respondió negando con la cabeza.

Skrill
Resistid hijos de Seediria, proteged nuestra amada fuente.  
Adelante hijos de Seediria, no debe caer. 
El fin llegará si cae, hijos de Seediria. Ayudadme hijos de Seediria. 
¿Por qué atacáis hijos de Seediria? 
No matéis a nuestro querido padre hijos de Seediria… por favor, hijos de Seediria…

Alba: Que relato tan triste… ¿acaso los Ormag no luchasteis para defender la ciudad? Porque la reina pide ayuda a los hijos de Seediria?

Skrill: Todas las razas de Windfair eran los hijos de Seediria. Para Elyra, ver como sus hijos atacaban al padre de todos fue algo que le rompió el corazón. Con una espada atravesándole el pecho, Elyra cantó con sus últimas fuerzas esta canción desesperada mientras contemplaba entre lágrimas como destruían la fuente de la creación.

Alba: ¿Y qué pasó después?

Skrill: Después sucedió la catástrofe. Al destruir la fuente de la creación, no solo no consiguieron el poder que ansiaban sino que rompieron el vínculo vital que los unía a este mundo. Cuando murió nuestro padre, todo Windfair quedó sumido en una gran oscuridad. Las plantas y animales murieron, los ríos se secaron y las estructuras se deterioraron. 
Sin agua ni comida, todas las razas de Windfair se extinguieron. Al final fueron consumidos por el poder que tanto codiciaron.

Alba: Pero ahora en Windfair siguen habitando algunas razas y el sol brilla con fuerza casi cada día. Además ta-

Antes de que acabara de hablar, Skrill la interrumpió.

Skrill: El lugar donde vives no es Windfair. Es una copia que creó uno de los guardianes más poderosos del mundo. Los pocos Ormag que sobrevivimos a la Gran Guerra clamamos a los cielos el perdón de los guardianes y uno de ellos apareció ante nosotros. En ese momento arrojó un frasco a la fuente de la creación y esta empezó a brillar como nunca antes lo había hecho.
Todavía recuerdo las palabras de aquel guardian:

“Este mundo ya está perdido. La esencia de la vida que queda en él es demasiado débil y está a punto de apagarse. Sin embargo todavía puedo llevármela a otro lugar y crear una réplica de Windfair. Sin embargo, los Ormag no podéis venir. Debéis permanecer aquí para que vuestra muerte sirva de advertencia para las futuras generaciones del nuevo mundo”

Skrill: Después de decir aquello cogió la esencia de la fuente y desapareció.  Sin embargo no estamos tristes. Aquella decisión fue la más acertada y los que quedábamos con vida la aceptamos con una gran sonrisa. Al fin y al cabo, gracias a ello hoy estas aquí Alba. O quizás debería decir reina Elyra.

Alba: ¿Yo?

Skrill: Eres aquella que posee la luz. Llevas en tu interior el espíritu de nuestra reina. Es por eso que se te ha permitido entrar en Seediria. Y ahora debes permanecer aquí para ocupar tu lugar entre las leyendas del pasado.

Alba: Pero yo quiero volver a mi mundo y terminar con la guerra que amenaza con destruir Windfair.

Skrill: Lo entiendo pero no es tan sencillo. Cuando el guardián se llevó la esencia mágica de la fuente se llevó también un fragmento del corazón de Elyra así como una parte de su espíritu y sus recuerdos. Y ahora que por fin has regresado, Seediria puede descansar en paz. Ven, tienes que ir a la fuente y devolverle a Elyra su corazón.

Cuando se aproximaron a la fuente, la figura de la mujer femenina se materializó frente a ellos. La fuente empezó a emanar agua y decenas de espíritus de Ormag se arremolinaron en aquel lugar.

Elyra: Bienvenida a Seediria, mi luz. No sabes cuánto he ansiado este momento. Ahora por fin podré descansar junto al resto de los Ormag.

Alba: Perdonad reina Elyra. Pero yo no quiero quedarme aquí. Pertenezco al nuevo mundo de Windfair y actualmente hay una guerra entre las razas de Windfair y si continua muchas vidas se perderán. Usted debe saber de primera mano el dolor de ver como unas razas que antaño vivían en harmonía se matan entre sí. Usted experimentó esta tristeza en su día ¿verdad?

Elyra: Lo que dices es una visión terrible de Windfair. Nuestro sacrificio fue por el bien del nuevo mundo. No puedo permitir que se vuelva a repetir esa tragedia. Y sobre todo, no quiero que mi luz vea el fin de los tiempos una segunda vez…

Skrill: Pero mi reina. Sin su corazón completo jamás podrá descansar en paz. Llevamos milenios esperando este momento. El día en el que su luz regresara a Seediria.

Elyra: Quizás mi destino nunca ha sido descansar en paz. A lo mejor la parte que el guardián se llevó de mi corazón tenía reservada otro destino. Sin embargo según las leyendas jamás podrás salir de Seediria, Alba.

Skrill: Existe una manera pero me niego en rotundo a ella. Si Alba se fusiona contigo ella desaparecerá y tú podrás descansar definitivamente. Pero si tú te fusionas con Alba, desaparecerás para siempre y Alba podrá regresar a su mundo viva.

Elyra: Tal vez mi espíritu no quiere descansar. Alba, mi luz. Llévame al nuevo mundo. Llévame a Windfair. Si me ayudas te otorgaré todos mis poderes y con el tiempo podrás emplear hechizos de gran nivel. ¿Le concederías este último deseo a este espíritu atormentado?

Alba: Por supuesto reina Elyra. Se lo agradezco enormemente.

Elyra: No… soy yo la que debería darte las gracias. Por fin voy a estar completa y de la mejor forma posible. Mis poderes ayudarán a salvar el nuevo mundo que nació de la esencia de la fuente de la creación. No podía desear un destino mejor.

Alba entró a la fuente y las dos se dieron un abrazo. Mientras se abrazaban Elyra dejó caer una lágrima de felicidad y el agua de la fuente empezó a recubrir sus cuerpos hasta unirlos en uno solo.

Mientras Alba se elevaba hacía el cielo con el espíritu de Elyra en su interior pudo ver como los Ormag volaban a su alrededor de alegría y le decían adiós. Fue entonces cuando Alba recordó la inscripción de la fuente de Seediria:

“Mientras las aguas de la vida le muestran la verdad
el poder de su corazón también florecerá
y cuando eso suceda una lágrima caerá
que llenará Seediria de plena felicidad.”

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