sábado, 3 de enero de 2015

Dan'thil: El último linaje de magos - Capítulo 8

CAPÍTULO 8: EL GREMIO DE KILLZAN

Tras la ardua batalla que se libró en las tierras del nigromante Belazar, Alaria y Kandelz regresaron a Sal'Irah para tomarse un merecido descanso y aprovechar la ocasión para hacer todo tipo de preguntas a los miembros de los Phantom.

Kandelz se sentía intrigado por la presencia de los Efhirn en Endalar así que se sentó a escuchar la historia de principio a fin. Drew les contó lo mismo que le había explicado a Arcan y Belazar y como era de esperar, tanto Alaria como Kandelz se quedaron perplejos ante el relato.

Kandelz: Independientemente de lo que suceda en vuestro mundo, las barreras de los magos no pueden debilitarse tan fácilmente. Es un fenómeno sin precedentes, por ello estamos asombrados.

Alaria: Sin duda estos "Draktian" no son enemigos corrientes. Jamás he oído de una tecnología que sea capaz de afectar a las energías arcanas. ¿Podéis describirnos a estos enemigos de una manera un poco más detallada?

Drew les explicó las características del enemigo. Parecían dragones con forma humanoide que portaban una armadura impenetrable de escamas, totalmente inmune a las armas humanas.

Alaria: Entiendo vuestra desesperación pero... ¿por qué Arcan os envió a hablar con el nigromante?

Frain: Nos dijo que tal vez Belazar sabía algo más de esas criaturas y el nigromante nos dio un mensaje para Arcan. Creo que dijo algo así como: "Los fantasmas del pasado han vuelto y claman venganza".

Kandelz y Alaria se quedaron parados un momento, como si un escalofrío hubiera recorrido sus espaldas y los hubiera paralizado completamente.

???: Así que al fin ha llegado el momento...

Al oír aquella voz el paladín y la cazadora despertaron de aquel pequeño lapso y se pusieron en guardia. ¿Quién va? -Gritaron los dos a la vez.

Ered: Oh, cielos. ¿Ya no reconocéis mi voz después de tanto tiempo? Soy Ered, el ladrón de hechizos.

Alaria: Me sigue poniendo los pelos de punta que te escondas en las sombras y aparezcas cuando menos se te espera. ¿Qué está haciendo aquí el líder del gremio de Killzan?

Ered: Tu siempre tan fría, querida Alaria. Esa mirada hostil se me clava en el pecho como cuchillas de acero. Aunque eso me gusta de ti.

Alaria sacó su arco y lanzó una flecha a Ered pero desapareció en las sombras antes de llegar a tocar el cuerpo de Ered.

Ered: Fiuuu, ten cuidado querida. Podrías hacer daño a alguien con eso. Estoy aquí para felicitarte por tu reciente victoria y porque al igual que vosotros dos, tengo interés en los Efhirn. Aunque veo que se han confirmado mis sospechas. "Los fantasmas... regresan" -Dijo mientras reflejaba una sonrisa diabólica en su cara.

Kandelz: Mantén la boca cerrada Ered, aun hay muchas preguntas sin respuesta. No nos precipitemos al sacar conclusiones. En fin... -Dijo mientras dejaba escapar un largo suspiro. Caballeros, os presento a Ered, líder del gremio de Killzan. Ellos son tal vez lo más parecido a vosotros que encontraréis en Endalar.

Bill: ¿Parecidos?

Ered: Se podría decir que somos Efhirn... renegados.

Alaria: Por sus venas corre maná corrupto como sus almas. Ladrones de hechizos, eso es lo que son.

Ered: ¡Que crueldad! -Dijo mientras simulaba un llanto. Nos haces parecer los malos del cuento. Digamos que simplemente... buscamos el conocimiento a nuestra manera.

Kandelz: Sí, robando los secretos de los magos.

Ered: Robar es una palabra muy fea, yo prefiero decir que alquilamos sus secretos.

Alaria: Y no los devolvéis.

Ered: ¡Eso tiene fácil explicación! -Dijo ofendido. ¡En este precioso mundo no falta de nada excepto calendarios! Apuntad esto Efhirn: La magia no es capaz de hacer calendarios. Y sin calendarios, no hay  manera de saber cuándo es la fecha de devolución. ¡Oh! qué vida esta,  solo soy un esclavo del sistema. -Dijo mientras nuevamente simulaba que lloraba.

Alaria: ¿Entendéis ahora porqué no le aguanto? -Dijo mientras apretaba su puño.

Ered: No nos quieren por aquí, me ha quedado claro. Efhirn, ¿os apetece venir a la sede gremial? ¡Claro que os apetece! ¿A quién no le apetecería?

Kandelz: Yo no aguantaría ni un minuto en ese antro.

Ered: ¡Decidido entonces! Efhirn, os venís conmigo.

Alaria: ¡Espera, Ered! Aun no he terminado de hacerles las preguntas.

Ered lanzó una bomba de sombras que envolvió la sala y el rostro de felicidad de Ered se cambió por un semblante serio y aterrador.

Ered: Creo que tenéis cosas más importantes de las que preocuparos. El consejo pronto estará reunido. -Dijo con voz tenebrosa mientras desaparecía en las sombras junto a los Phantom.

Los Phantom aparecieron en una especie de cueva que parecía extenderse hacia las profundidades. Las paredes rocosas rezumaban agua que se deslizaba por las paredes hasta llegar a un rio subterraneo que parecía haberse formado con el paso de los años.

Había también una taberna llena de cientos de licores y bebidas que jamás habían visto en la superficie. Y en la barra habían hombres y mujeres de aspecto siniestro, todos vestidos con el mismo uniforme, charlando sobre futuras acciones.

Ered: ¡Bienvenidos a la guardia de Killzan! -Dijo enérgeticamente alertando a todos los moradores de la cueva. Esperamos que su estancia sea agradable, tanto tiempo en las nubes no es bueno, creedme.

Drew: Disculpa pero tenemos una misión que cumplir.

Ered seguía hablando sin parar ignorando las palabras de Drew y los demás hasta que una hermosa mujer le propinó una patada en la cara que lo mando despedido por los aires. Era una mujer alta y musculosa, curtida en muchas batallas y portaba dos dagas que resplandecían con el color rojo de la sangre.

Whiska: Perdonad a nuestro líder charlatán, no puede callarse ni un momento. Me llamo Whiska, un placer conocer a los famosos Efhirn que circulan por Endalar.

Frain: Un momento... como sabéis que nosotros...

Whiska: El gremio de Killzan tiene ojos y oídos en todas partes, si algo sucede en Endalar tened por seguro que estaremos al corriente. Así es como actuamos.

Ered: Que dura eres, Whiska -Dijo mientras se recomponía. Esa manía tuya de pegarme es una costumbre muy fea.

Whiska: Eres el líder y debes comportarte como tal. Yo solo aplico las medidas correctoras necesarias.

Ered: Tsk, ni que fueras mi madre...

Whiska lanzó un cuchillo que se incrustó en la pared a escasos milímetros de la cara de Ered mientras sonreía.

Tommy: ¡Wow! Esa chica me recuerda a Freya cada vez que un hombre intenta tocarla -Dijo con voz inocente. Aunque si hubiese sido Freya, creo que el señor Ered ya estaría muerto.

Freya: ¡Tommy! No me hagas quedar mal delante de estos desconocidos.

Ered: No somos desconocidos, somos el gremio de Killzan. Y si os he traído aquí es para explicaros un par de cosas que no sabéis sobre este mundo.

Bill: ¿Qué clase de cosas?

Whiska: El consejo pronto estará reunido. Las palabras del nigromante Belazar anuncian problemas.

Ered: "Los fantasmas del pasado han vuelto y claman venganza"

Drew: No entendemos el significado de esas palabras.

Ered: Es normal que no sepáis lo que significan esas palabras. Pero para los habitantes de Endalar tienen un significado bastante funesto... dejadme comenzar desde el principio, creo que los magos os deben una explicación.

Ered comenzó a explicar la historia pero en cuestión de segundos Ered se quedó completamente mudo. Por más que intentara hablar, las palabras no salían de su boca. No podía articular sonidos. Sintió como si toda su mandíbula hubiera sido paralizada por un rayo.

Whiska: ¿Que pasa Ered?

Ered fue corriendo a mirarse en el reflejo del agua del rio y vio un círculo mágico en su lengua. Desenvainó una de sus dagas y se hizo un pequeño corte en la lengua justo encima del símbolo arcano. Tras el pequeño corte las palabras volvieron a fluir.

Ered: Phina... ¡rata astuta! Whiska, mírate la lengua.

Whiska fue a mirar su reflejo y vio que tenía un círculo mágico ella también.

Whiska: ¿Pero qué demonios es esto?

Ered: Esto lleva la firma de Phina por todas partes. Parece que aquí el que no corre vuela.

Whiska: Así que han querido silenciarnos, menudos cobardes.

Ered: En fin... no hay nada que podamos hacer. Por lo visto alguien quiere esconder la historia, probablemente haya sido una de las mensajeras de Alaria la que ha ido a avisar a Phina...

Mientras Whiska y Ered seguían discutiendo sobre lo que había sucedido, otro miembro del gremio acompañó a los Phantom a unas habitaciones para que pudieran sentarse y descansar.

Robb: Perdonad todo este espectáculo, se que Ered a veces no para de hablar y que Whiska puede ser algo violenta pero son buenas personas -Dijo mientras suspiraba por los gritos que se oían en la lejanía.

Drew: ¿Esos gritos son de ellos discutiendo?

Robb: Sí, todas las discusiones aquí terminan de esa manera. No os preocupeis, Whiska dejará fuera de combate a Ered en seguida.

Justo cuando terminó de decir esa frase se oyó un fuerte estruendo que incluso hizo temblar la pared.

Robb: ¿Veis? Ya está. Ahora tendremos más silencio. -Dijo mientras se reía.

Bill: Parece que les han lanzado un hechizo que nos les permite hablar, ¿estoy en lo cierto?

Robb: Así es. Phina es la líder de los adalides rúnicos. Supongo que en vuestro mundo ya no queda ninguna runa mágica así que no entenderéis muy bien lo que os voy a decir pero intentaré explicarlo de una forma sencilla.

Antiguamente habían cientos de runas alrededor del mundo, esas runas eran el modo de que el maná del mundo fluyera por todas partes. El deber de los adalides rúnicos era dibujar y proteger esas runas. De la misma forma que puedes dibujar una runa en una pared o en las entrañas de la tierra, también puedes emplearla en el cuerpo.

Los miembros de gremio de Killzan tenemos ahora mismo una de esas runas en la lengua. Podemos hablar sin problemas excepto de aquello que las runas prohíben. El poder mágico que albergan se activará inmediatamente si se incumplen las normas y, en este caso, nos enmudecerá durante un breve periodo de tiempo.

Annie: Parece un invento muy útil, supongo que también es posible aplicarlo en otras partes del cuerpo, ¿cierto?

Robb: Así es. El conocimiento de las runas y los símbolos mágicos es un arte al alcance de unos pocos privilegiados debido a su enorme poder. Esos privilegiados son los adalides rúnicos.

Drew: Entonces... ¿hay alguien que quiere silenciaros?

Robb: Es probable. Desgraciadamente los miembros del gremio de Killzan no somos muy bien vistos por la comunidad de magos y el resto de razas en Endalar.

Tommy: ¿Y eso porque, estáis enfadados con Arcan? -Dijo inocentemente.

Robb: ¡Pero qué chico tan espabilado! -Dijo con un tono alegre. ¿Quieres saber la historia del gremio de Killzan?
Tommy asintió y Robb comenzó a explicar la historia.

Los miembros del gremio de Killzan no somos magos en realidad. A pesar de que el maná circula por nuestras venas, nunca hemos estado muy predispuestos al aprendizaje de las artes arcanas.

Nos especializábamos en robar los secretos de los magos y los utilizábamos para el encantamiento de armas. De la misma forma que la mayoría de habitantes aquí también somos inmortales, ya que en su día robamos las aguas de la fuente de la inmortalidad.

Dicha fuente nunca existió en realidad, simplemente era agua imbuida con el poder de rejuvenecimiento de los magos. Los magos crearon la fuente y nosotros robamos su poder, así fue como nos ganamos la vida eterna.

Entiendo que quizás no es la mejor manera de hacer las cosas pero nuestra prioridad en la vida no era el conocimiento, sino nuestra gran familia. Proteger y cuidar de los miembros del gremio era nuestra gran misión.

El padre de Ered fue el último mortal del gremio. Hasta el fin de sus días inculcó a su hijo y a los demás los valores del gremio de Killzan, valores que aún perduran hoy en día. Pero las cosas empeoraron cuando llegó la inquisición.

Fuimos tachados de herejes y empezaron a perseguirnos como al resto de magos. No pudimos asistir al consejo de los 12 archimagos, no de forma legal, por decirlo de alguna manera.

Uno de esos 12 archimagos fue apresado y torturado por los miembros de la inquisición y Ered estuvo con él en sus últimos momentos. Asesinó a los captores del archimago pero las heridas del mago eran demasiado graves y no pudo hacer nada por salvar su vida.

En sus últimos momentos, el archimago Calvis le contó a Ered donde se iba a llevar a cabo la reunión de los 12 archimagos y el propósito por el que se celebraba. Ya que toda su gente había sido exterminada, Calvin decidió dar la oportunidad a su salvador de escapar a esta matanza sin sentido.

Ered agradeció a Calvin su generosidad y se decidió a ir a la reunión de los 12. Sin embargo cuando se presentó en la reunión los guardias que custodiaban la entrada le denegaron el acceso al no ser uno de los 12 archimagos invitados. Ered se enfadó con ellos, pues no asistir a la reunión significaba que los abandonarían a él y a todo el gremio en este mundo, y era solo cuestión de tiempo que los caballeros de la inquisición dieran con su paradero y los aniquilasen. Los magos los estaban condenando a una muerte segura.

Ered empleó la gema de los espíritus, un artefacto que arrebató a unos magos renegados hace tiempo y que permitía tomar la forma de cualquiera de los espíritus con los que se haya tenido contacto recientemente.

Tomó la forma del archimago Calvis y asistió a la reunión. Cuando llegó el día de la formación de Endalar, Ered entregó una capa de las sombras a todos los miembros del gremio y los coló en el nuevo mundo. Como habréis podido adivinar, cuando llegó el momento de que todos los archimagos utilizaran sus poderes para modelar Endalar, descubrieron la tapadera de Ered y pretendieron exiliarlo a él y al resto del gremio.

Sin embargo, Ered amenazó con revelar el secreto a los inquisidores y dado que todos ellos poseían herramientas mágicas, podrían abrir el camino para los caballeros de la Iglesia. Los archimagos condenaron estas acciones pero Ered no iba a permitir que su gente fuese asesinada.

Cogió una bomba de teletransportación y desapareció en la sombras ante la atenta y furiosa mirada de los archimagos.

Desde aquel entonces vivimos aquí y seguimos con nuestro trabajo en las sombras. Como puedes ver, debemos mucho a Ered y por eso todos le seguimos con gran devoción.

Ered: Bonita historia, Robb. Me haces parecer un gran héroe. -Dijo con una gran sonrisa.

Robb: Ya sabía que estabas escuchando, hace un buen rato que dejé de oir tus gritos por los golpes de Whiska.

Whiska: Creo que ya ha captado el mensaje, Robb. Aunque nuestro líder nunca aprende.

Ered: Pues ya lo sabéis todo de nosotros. Esa es nuestra historia. En cuanto a este sello... Phina nos debe una explicación, aunque creo que entiendo el motivo por el que quiere que mantengamos la boca cerrada. No creo que Phina os invite a la ciudad de los adalides rúnicos de buena gana así que me temo que lo mejor que podéis hacer es volver a las tierras del archimago del Sol y contadle lo que os dijo Belazar.

Whiska: Cuando el consejo de los 12 este reunido de nuevo podéis intentar pedir una audiencia con ella y quizás tengáis suerte. Pedidle que nos quite este sello y ya de paso, que os cuente la verdad.

Ered: Podéis partir mañana al amanecer, no hay ninguna prisa. Dejad que os invite a una cervezas y celebremos por la llegada de unos invitados tan distinguidos. Adelante!!

Los Phantom tuvieron por primera vez un tiempo de descanso desde que llegaron a Endalar, sin embargo, sabían que todavía tenían por delante un largo camino que recorrer. 

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