sábado, 21 de febrero de 2015

Kyoudai 兄弟 - Capítulo 10

CAPÍTULO X: DOS HERMANOS, UNA ESENCIA

Desde la soledad de sus frías celdas, Javi y Alba contemplaban la luz de la luna esmeralda eclipsados por un inmenso vacío que inundaba  toda la cueva de Koori. Ni un solo sonido, ni una sola voz, absolutamente nada...

El tiempo avanzaba lentamente en el interior de sus celdas. A pesar de que solo llevaban allí 3 días, en sus mentes llevaban encerrados una eternidad. Cuanto más tiempo permanecieran allí, más se quebraría su espíritu.

Javi: Otro día más en este lugar, ¿eh?

Alba: Eso parece... la luz del Sol es un recuerdo lejano.

Javi: El Sol... me gustaría verlo aunque fuese una última vez.

Alba: Ya somos dos... tenemos que encontrar la manera de salir de aquí.

Aunque no hubiera nadie más a parte de ellos en la zona, sabían que la cueva de Koori era el hogar de las pingüinas y intentar escapar de allí sería una tarea imposible.

Alba: ¿Cual crees que es el objetivo de las pingüinas?

Javi: No lo sé. Es algo que escapa de mi comprensión. La paz es algo que todas las razas de Windfair deberían desear.

Alba: Tienes razón... yo he contemplado lo que pasó en Seediria. La guerra devastó toda la ciudad entera y se acabó el mundo. Temo que la historia volverá a repetirse...

Javi: Es una pena, me gustaba Windfair. Aun no recuerdo como ni cuando llegué aquí, pero es el único mundo que conozco y no me gustaría que fuese destruido.

Alba: Estamos los dos igual. Sin embargo, parece que ahora nos odian por ser diferentes...
Hay tiempo para todo y sin embargo no hay tiempo para nada. ¿Realmente no recordáis nada de vuestra llegada a Windfair?

Javi: ¿Esa voz?

Alba: Recuerdo haber oído esa voz en alguna parte...

Todavía no entendéis nada... todavía buscáis las respuestas que ya deberíais conocer...

Javi: ¿Quién eres? ¡Muéstrate!

Un misterioso ser vestido con una larga túnica negra que cubría todo su cuerpo y rostro apareció frente a Javi y Alba mientras continuaba hablando con una voz tétrica y distorsionada.

Mi identidad en este momento no es importante. Lo que sí es importante es que escuchéis con atención las palabras que os voy a decir. Sois parte de un todo y albergáis la mitad de ese todo en vuestro ser. Vuestra existencia en Windfair tiene un propósito que aun debéis descubrir. Es la hora de cumplir con vuestro deber. No podéis fracasar.

Tras esas confusas palabras, el misterioso ser encapuchado desapareció...

Javi: ¿Quién era ese? Ya podría haber hecho algo útil abriendo las celdas por lo menos...

Alba: No tengo ni idea, pero su voz me resulta familiar... tengo la sensación de haberla oído antes...

De  pronto un extraño ruido interrumpió la conversación de Alba y Javi. Algo viscoso y de color blanco cayó del techo. Javi alargó la mano y se arriesgó a tocar aquella sustancia...

Javi: Un momento... ¡yo conozco esto! ¡Es baba de babosa albina! Eso significa que...

El jefe de la aldea de los ositos descendió a lomos de su babosa mientras sonreía. "¿De verdad creíais que os íbamos a dejar aquí?" -Dijo guiñando el ojo.

Javi: Realmente pensé que nos habías abandonado.

General Kuma: Los ositos siempre permanecen unidos.

General Gomi: Nunca os hemos abandonado.

El jefe de la aldea le devolvió sus armas y armadura a Javi y también le entregó a Alba una capa que la reina Syria había preparado para ella. La reina de los unicornios está luchando contra las pingüinas ahora mismo, quería que te entregáramos esta manta. -Dijo el jefe de la aldea.

Alba se puso la capa y se fue con Javi y el escuadrón de infiltración de los ositos de gominola.

Javi: Entonces... ¿Cuál es el plan?

General Kuma: Asestaremos el golpe final a las pingüinas atacando por la retaguardia. Somos pocos pero caerán sin lugar a dudas.

Alba: ¡Bien! Es la hora de poner punto y final a esta guerra.

Tras unos minutos recorriendo los infinitos caminos que configuraban toda la estructura de la cueva llegaron al centro de la cueva, donde la luz de la luna esmeralda era más fuerte y tenían a los pingüinos esclavizados recibiendo la radiación.

Alba: ¡Hemos venido a rescataros, ya no tendréis que seguir sufriendo las monstruosidades que os hacían las pingüinas.

Los pingüinos rescatados empezaron a bailar de alegría cogiendo de la mano a Alba y Javi para que les acompañaran en su alegre danza. Sin embargo, no podían quedarse allí por mucho tiempo, los unicornios y el resto del ejército de los ositos de gominola estaban luchando contra todas las pingüinas y tenían que ir a rescatarlos.

Javi: Tenemos que rescatar a nuestros amigos, ¿nos ayudaréis a hacer entrar en razón a las pingüinas?

Todos los pingüinos asintieron y guiaron al equipo de infiltración por la cueva hasta la zona donde se estaba llevando a cabo la batalla. El sonido de las pezuñas de los unicornios y los chirridos estridentes de las pingüinas se iban intensificando a medida que se acercaban.

Cuando llegaron, los pingüinos lanzaron al viento su grito de guerra que resonó por toda la cueva y sorprendió a todas las pingüinas yandere que estaban luchando, especialmente a Yanderina, que no se esperaba un ataque desde la retaguardia.

Yanderina: ¡Dividid fuerzas! ¡No permitáis que nos acorralen! -Grito Yanderina claramente desesperada por la situación desfavorable en la que se encontraba.

Alba: ¡Se acabó, Yanderina! Es hora de pagar por tus pecados.

Javi: ¡Ríndete y devuelve la paz al mundo de Windfair!

Los ojos decididos de los dos hermanos hicieron estallar la ira de Yanderina, que se abalanzó contra ellos para destruirlos.

Yanderina: Tendría que haberos matado cuando tuve la oportunidad. Cometí el error de haceros prisioneros. No volveré a cometerlo otra vez.

Javi: Sigue soñando, Yanderina. -Dijo mientras bloqueaba los ataques de Yanderina con la espada.

Yanderina: ¡El amor es invencible. No comprendéis su ilimitado poder!

Alba: Te equivocas, Yanderina. -Dijo mientras lanzaba un hechizo que de viento que empujó a la reina pingüina hacía atrás.

Yanderina abrió los ojos rápidamente y vio a su ejército de pingüinas siendo abrazadas por los pingüinos y recuperando el amor que tanto habían soñado.

Yanderina: No... ¡no lo entendéis! Seguid luchando, mis guerreras, este no es el verdadero amor.

Las pingüinas hicieron caso omiso a la llamada de su reina y siguieron coqueteando con los pingüinos y ayudando a los unicornios y ositos heridos a levantarse.

Syria: La paz volverá a reina en Windfair- Dijo mientras relinchaba de alegría por la victoria.

Los ositos y los unicornios gritaron de felicidad al unísono aclamando a la reina Syria y al jefe de la aldea de los ositos. Sus valientes acciones los habían llevado a la victoria sobre el  ejército enemigo.

Yanderina: ¡Esto no ha acabado! -Dijo enfurecida.

Yanderina salió corriendo hacia la parte superior de la sala central, donde tenía su nido real y sacó una extraña piedra esmeralda. Antes de que los unicornios pudieran detenerla llegó al centro de la sala y apuntó la piedra hacía la luna esmeralda mientras se reía como una demente.

Yanderina: ¡Preparaos para sentir la furia de la luna esmeralda, necios sin amor! ¡Hahahahaha!

De pronto la tierra empezó a temblar con una intensidad nunca antes vista en Windfair, la cueva de Koori empezó a derrumbarse rápidamente y si no se daban prisa quedarían atrapados bajo los escombros. El ataque suicida de Yanderina quería acabar con todos, incluido sus pingüinas y pingüinos.

Alba: ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar esta pingüina? Ha enloquecido totalmente.

Javi: ¡Corred a un lugar seguro, salir de la cueva! Alba y yo nos encargaremos de detener a Yanderina.

Syria: Gracias por vuestra valentía. Tened mucho cuidado y regresad sanos y salvos.

El terreno era cada vez más inestable y a duras penas se podían desplazar para alcanzar a Yanderina. El suelo comenzaba a agrietarse y las grietas se ensanchaban a cada segundo que pasaba. La única opción que les quedaba era ir dando saltos hasta llegar a Yanderina.

Javi: ¡Vamos Alba! ¡Acabemos con esto de una vez por todas!

Alba: No puedo canalizar mi magia de viento con este movimiento, tenemos que alcanzar a Yanderina por nuestros medios. ¡Vamos allá!

Los dos hermanos se movieron con presteza y agilidad sobre el terreno y llegaron a donde estaba Yanderina.

Yanderina: Vosotros... si solo no hubierais existido... ¡la victoria hubiese sido mía! ¡Acabaré con vosotros!

Javi se lanzó hacía Yanderina y consiguió desestabilizarla lo suficiente como para que Alba pudiera quitarle la piedra a Yanderina. Sin embargo, ese ataque desesperado de Javi hizo que el suelo se dividiera en dos y Yanderina y él se precipitaron al vacío.

Alba acudió rápido y agarró la mano de Javi impidiéndole caer, pero el terremoto no había cesado y era imposible para Alba levantarle o usar su magia. La situación era extremadamente crítica y estaban solos, nadie podía ayudarles.

En ese momento, algo despertó en el interior de la mente de Javi. Por alguna razón parecía como si todo hubiese estado planeado para que esas memorias surgieran en ese preciso instante.  ¿Qué eran todas esas imágenes que estaban cruzando la mente de Javi?

Javi: ¿Voy a morir? Tal vez es por eso que estoy viendo toda mi vida pasar ante mis ojos. Pero... la mano de Alba todavía me está sujetando. Entonces... ¿qué es todo esto?

Un mundo totalmente distinto... una gran guerra que lo devastó hace mucho tiempo... es como una película cargada con miles y miles de escenas. Pero... ¿por qué parece que las estoy viendo en primera persona?

¿Acaso soy... yo?

Esa mujer... se parece a Alba. Esta llorando... ¿es por la guerra?

Alba interrumpió los pensamientos de Javi gritando su nombre.

Alba: ¡Javi! Tengo que salvarte antes de que esta cueva se derrumbe.

Javi: Ahora lo entiendo... debes escapar, Alba.

Alba: ¿Pero qué tonterías estás diciendo? ¡No te rindas!

Javi: Me hubiese gustado estar un poco más a tu lado y conocerte mejor. Ser tu hermano me ha hecho feliz, aunque me acabo de enterar de esa noticia. Supongo que para ti también es algo nuevo, ¿verdad? -Dijo con una sonrisa.

Alba: ¿Hermano?

La mente de Alba se empezó a inundar de recuerdos y revivió el momento en el que llegaron a Windfair. No estaba sola... había alguien a su lado. ¿Era Javi? ¿Su hermano?

Alba: ¡No te dejaré caer! ¿Qué clase de hermana no protege a su hermano? -Dijo con lágrimas en los ojos.

Javi: Vamos, no estés triste. Hay algo que no te he dicho, aunque prefiero mantenerlo en secreto. Déjame actuar como un buen hermano al menos al final. Tienes una tarea por cumplir, tu destino no es morir aquí. Adiós... hermana.

Javi  se soltó de la mano que lo sostenía y Alba no pudo hacer nada más que ver como Javi caía al vacío y pronunciaba unas últimas palabras antes de desaparecer.

Alba: ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Mientras caía, Javi empezó a revivir todas las experiencias que había tenido en Windfair. A pesar de que decidió no llorar para que Alba no estuviera triste, no pudo evitar dejar escapar una lágrima al ver todas sus aventuras en aquel maravilloso mundo.

¿Quieres vivir?

Javi: No... pero quiero que ella viva.

Has recuperado tus recuerdos, ¿verdad?

Javi: Sí. Podrías habérmelo dicho antes.

El ser misterioso se quitó la capucha que ocultaba su rostro.

Era innecesario.

Javi: ¿Innecesario? Tal vez tengas razón. Al fin y al cabo tu eres yo.

Y yo soy tú.

Javi: He cumplido mi propósito.

Así es.

Javi: Entonces no hay nada de qué arrepentirse. Aunque... me hubiese gustado estar a su lado un poco más. Pero supongo que esto era inevitable.

Salvar la esencia era nuestra misión. Ahora debemos unirnos y ocuparemos nuestro lugar entre las leyendas del pasado...

Javi: Sí, así debe ser...

Las dos partes se unieron en uno sola y desaparecieron en la oscuridad del vacío.

-Tres meses más tarde-

Alba se encontraba caminando por la ciudad de los unicornios, todavía algo deprimida por no haber podido salvar a Javi. Todos los días miraba al cielo durante horas, pensativa y alicaída.

Alba: Me pregunto si las cosas podrían haber acabado de otra manera...

Como un veloz rayo, un haz de luz iluminó durante un instante la posición de Alba. Cuando desapareció la luz, Alba vio una carta en el suelo y se decidió a leerla.

Querida hermana,

Han pasado 3 meses desde el incidente pero no te he visto sonreír ni una sola vez desde entonces. No podía quedarme de brazos cruzados y he decidido enviar esta carta.

Soy Javi, el último de los 3 grandes guardianes de Seediria. Y también, durante un tiempo fui tu hermano. Cuando viajaste al pasado, viste a la reina Elyra, ¿No te preguntaste por qué eras su luz y por qué los Ormag querían que te quedaras?

La respuesta se encuentra en la historia que seguro que ya conoces bien. La Gran Guerra que acabó con la fuente de la creación. Fui yo el que se llevó la esencia de Windfair, la esencia de Seediria.
Windfair y Seediria son, en esencia, el mismo mundo.

Estuve vagando por el universo durante generaciones, intentando encontrar un recipiente que pudiera albergar la esencia de Windfair. Tras muchos intentos fallidos, encontré a tu madre, María. Una humana con la fuerza suficiente para proteger la esencia.

Introduje la esencia en el vientre de María, donde podrías crecer y desarrollar tu potencial. Con tal de protegerte, también dividí mi esencia en dos y introduje una mitad a tu lado para que te protegiera de cualquier peligro.

Sin embargo... jamás imaginé que ese necio, Juan, atacaría a María y pondría en riesgo tu vida. Fui un idiota.

Consternado por la escena, decidí sacarte de allí y te traje al mundo que tu habías creado mientras crecías. Sí, el mundo de Windfair.

El problema es que al traerte sin que te hubieras desarrollado del todo, Windfair estaba incompleto. La locura de las pingüinas fue una de esas imperfecciones.

Pensé en recuperar mi esencia y volver a empezar mi búsqueda pero no podía arrebatarte la vida después de tanto tiempo buscando, así que decidí dejar que las cosas siguieran su curso.

Mi otra mitad te defendería cuando llegase el momento. Sabía que lo haría. Salvarte a ti en la batalla final fue algo que volvería a hacer tantas veces como fuera necesario. Fue la promesa que le hice a Elyra.

Ahora, Windfair vive en paz y tú eres el centro de todo. Aunque no lo creas, tu mera existencia es el pilar básico que mantiene toda la estructura del mundo. La esencia de la reina Elyra vive en ti. Las esperanzas de los Ormag y todas las razas de Seediria están en tu corazón. Ni los ositos, ni los unicornios, ni las pingüinas existirían si no fuera por ti.

Aunque no esté contigo ahí, debes saber que siempre estaré protegiéndote desde las estrellas. Es lo que hacen los hermanos, ¿no?

Cuando te sientas sola, cuando estés triste o no sepas qué camino seguir, recuerda siempre las palabras que te dije justo antes de desaparecer...

Tú eres Windfair.

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